简体中文
繁體中文
English
Pусский
日本語
ภาษาไทย
Tiếng Việt
Bahasa Indonesia
Español
हिन्दी
Filippiiniläinen
Français
Deutsch
Português
Türkçe
한국어
العربية
Extracto:La pandemia cambió los patrones de comportamiento al grado de que ya se habla de un antes y un después en este mercado
La pandemia del Covid-19 y el gran confinamiento al que obligó en prácticamente todo el mundo ha dejado un sinnúmero de consecuencias, la mayoría de ellas negativas por la magnitud e imprevisibilidad del fenómeno.
Muchos sectores económicos resultaron afectados en mayor o menor medida, aunque también debemos señalar que algunos otros fueron beneficiados, como claramente el sector de la salud, el tecnológico y el de ventas de consumo masivo, como los supermercados. Pero de manera especial el sector inmobiliario ha resentido los efectos negativos, al grado de que habla ya de un antes y un después en muchos países.
Este sector tiene además la desventaja de que reflejará los peores efectos con el paso del tiempo; en primera instancia el confinamiento en las grandes ciudades parecía no tener efectos tan adversos por el eventual retorno a la normalidad tan pronto pasara la emergencia, pero las cosas cambiaron de manera imprevisible.
La pandemia ha provocado un cambio de patrones de conducta que hasta finales del año pasado eran impensables en gran parte del mundo, conductas individuales y grupales, eso tiene serias repercusiones para el segmento inmobiliario.
A finales del año pasado nadie imaginaba que millones de trabajadores fueran movidos a sus casas y trabajaran desde ellas, ni que millones más no sólo dejaran sus oficinas, sino que también abandonaran sus departamentos en renta y regresaran a vivir a sus casas paternas, por no hablar de los millones de cuartos de hoteles abandonados ya por un largo rato; los primeros meses fueron poco perceptibles sobre lo que venía para las inmobiliarias, pero poco a poco han despertado a la realidad.
Miles de empresas en el mundo han anunciado la adopción del trabajo en casa (home office), como su esquema preponderante de relación laboral, otras más han adoptado esquemas híbridos que les permiten prescindir de una parte importante de sus instalaciones dedicadas a personal administrativo.
Son miles o quizás millones de edificios e instalaciones abandonadas en el mundo, o parcialmente abandonadas, con pagos de renta atrasados o que de plano han sido cancelados los contratos de arrendamiento.
Por todo el mundo existen ya cifras y datos que empiezan a reflejar la magnitud del problema que podría generarse en un sector tan importante para el mundo. Por ejemplo, en España se estima ya una caída promedio del 18 por ciento en los precios de las viviendas y rentas de oficinas, además de cientos o miles de departamentos abandonados, en Francia se habla de un desplome de hasta 25 por ciento en los precios de las viviendas ante la caída de la demanda; en Inglaterra el desplome de las cotizaciones promedia un 15 por ciento pero se espera que al cierre de año con las fiestas navideñas en occidente muchas personas abandonen sus casas en renta para no regresar más.
En Estados Unidos la situación no está mejor; ahí en lugares tan icónicos como Nueva York, cientos de edificios reportan pisos enteros desocupados y las empresas inmobiliarias se enfrentan a la incertidumbre en torno al futuro ya que muchas de las compañías que rentan en los edificios han señalado que evalúan con detenimiento la posibilidad de que el home office se convierta en permanente para gran parte de sus trabajadores.
El sector inmobiliario es quizá uno de los más afectados y esto toma relevancia mayor si consideramos que los activos son ladrillos y cemento que no se pueden desmantelar fácilmente y que no se reconvierten en cualquier cosa.
A la luz de los acontecimientos, son tres los factores que han impactado al sector y que lo pueden hundir en una crisis sin precedentes: El primero fue el confinamiento inicial cuando millones de personas en el mundo abandonaron sus trabajos presenciales y se confinaron en sus hogares; este fenómeno se redujo a medias porque como señalamos hoy muchas empresas han decidido o cuando menos evalúan la permanencia del home office.
El segundo factor es la recesión económica provocada por la pandemia, que hundió los precios de bienes inmuebles ante el desplome de la demanda; el otro elemento es la incertidumbre económica, no se sabe lo que sucederá en los próximos meses y ante dicha situación la demanda de inmuebles permanece baja, o retrocede todavía más.
Los efectos
Este desplome del mercado inmobiliario en el mundo tiene varios impactos por su efecto multiplicador, recordemos que para llegar al producto final se incluyen una serie de sectores que mueven a la economía de cualquier país: construcción, fabricación de materiales, mueble, pinturas, artículos de terminado, impuestos, y un largo etcétera.
Si no estamos frente al colapso global del sector inmobiliario, es un hecho que este sector igual que otros enfrenta una de las mayores crisis en muchas décadas, con la diferencia de que no son bienes que se comercializan fácilmente, y también el hecho de que los patrones de consumo al respecto cambiaron radicalmente y no se sabe si volverán a ser iguales, los participantes en este sector económico van a necesitar de recursos, pero sobre todo de imaginación para buscar nuevos modelos de negocio.
Para más artículos económicos, descargue la App WikiFX con el código QR o el link mostrado por abajo:
https://wikifx2.onelink.me/ohOG/FBES
Descargo de responsabilidad:
Las opiniones de este artículo solo representan las opiniones personales del autor y no constituyen un consejo de inversión para esta plataforma. Esta plataforma no garantiza la precisión, integridad y actualidad de la información del artículo, ni es responsable de ninguna pérdida causada por el uso o la confianza en la información del artículo.
La gestión del patrimonio es ahora uno de los grandes retos para los asesores de inversiones
El pago de este beneficio corporativo se ha disparado en todo el mundo, luego del desastre generado por la pandemia
Este fenómeno es un punto de inflexión en muchos temas, un antes y un después
A pesar de todo creció el número de millonarios, aproximadamente 5 millones de personas