¿Qué pasa con las criptomoneda?, ¿Hacía dónde va el bitcoin?

El 9 de diciembre de 2017 el Bitcoin, la criptomoneda más famosa y líquida del mercado de criptomonedas del mundo alcanzó un valor de caso 20 mil dólares, la cifra exacta fue de 19, 345.5 dólares; pero sólo un año después, el 8 de diciembre de 2018, cotizaba en 3228.7 dólares.

En cuestión de 12 meses el bitcoin había perdido 83 por ciento de su valor, poco más de 16 mil dólares; estos datos nos dan una idea de la volatilidad de los mercados de cambios, ya dean criptomonedas o monedas clásicas (dólar, euro, yen, libra, etc).

En el caso de las criptodivisas como también se les conoce, la volatilidad se multiplica por el hecho de que no se cuenta con una cámara de compensación formal, ni existe detrás de ninguna divisa un banco central que, para bien o para mal, respalde a la moneda en cuestión; estamos ante un mercado extremadamente volátil lo cuál no es ninguna novedad, pero dicha volatilidad nunca debe dejarse de lado.

Cuando el bitcoin llegó a 20 mil dólares no faltaron los “análisis” que lo ubicaban en 30 mil, 40 mil, 50 mil dólares por cada criptomoneda, algo que también siempre sucede en un mercado alcista. Otro ejemplo fue el precio del petróleo que entre los años 2012 y 2014 se colocó arriba de 100 dólares y muchos analistas juraban que sólo era cuestión de tiempo para que llegara a 200 dólares. Todos sabemos la historia del histórico desplome que en cierta forma fue motivo del posterior colapso de la economía.

¿Hacia dónde van las criptomonedas？, ¿son una inversión confiable？ Respondamos primero la segunda pregunta.

Es necesario insistir en la volatilidad del mercado, la criptomonedas ya tienen varios años en los mercados de divisas y algunas de ellas, especialmente tres (bitcoin, ethereum y ripple), parecen estar consolidadas como opción de trading en el mercado, sin que esto signifique el respaldo total ni la garantía de que son infalibles, como señalamos anteriormente una de las grandes diferencias de las criptodivisas con las monedas clásicas es el hecho de que no tienen bancos centrales como respaldo no tampoco cámaras de compensación.

Si bien algunas criptomonedas se han consolidado como opciones de trading, no dejan de ser altamente volátiles y todo puede suceder.

Ahora veamos sus precios, tomemos el ejemplo del bitcoin, por mucho la moneda más representativa de este mercado.

Desde aquel desplome a niveles de 3,228 dólares en diciembre de 2018, “rebotó” hasta un “techo” de 11,906.5 dólares para junio de 2019, lo que significa que en sólo 6 meses tuvo una apreciación de 268 por ciento. En términos simples: quien compró un bitcoin en diciembre de 2018 lo pudo vender 6 meses después y haber ganado 2.6 veces más.

Desde aquel “techo” de junio de 2019, el bitcoin ha bajado a un mínimo de 5,182 dólares; es decir ha retrocedido 56.47 por ciento, aún así el mismo inversionista que compró bitcoin en diciembre de 2018 mantuvo ganancias si los hubiera vendido en el punto más bajo posterior al “rebote”.

Pero hablar en tiempo pasado es muy fácil, ver los precios en una gráfica de largo plazo nos dice claramente dónde se pudo haber comprado y vendido no sólo el bitcoin sino cualquier criptomoneda o moneda tradicional en el mundo, lo difícil es hacerlo en el mercado, en el trading diario en el que las emociones están a la orden del día.

Es difícil tener una “bola de cristal”, pero si vemos la gráfica de largo plazo del bitcoin, al parecer tiene una formación alcista, ya mismo cotiza arriba de los 11 mil dólares por divisa. No sabemos si el objetivo son los casi 20 mil dólares que alcanzó hace 3 años, pero salvo alguna reacción distinta que pudiera modificar la tendencia, es probable que el siguiente objetivo del bitcoin se ubique sobre los 12,500 dólares.

Es importante anotar que un “piso” importante del mercado se ubica alrededor de los 9,100 dólares, si la criptodivisa se precipita por debajo de este soporte, el siguiente objetivo se encuentra alrededor de 5,300 dólares.

Suerte en el mercado y recuerde que la volatilidad es la marca de nuestros tiempos, siempre lo ha sido pero ahora simplemente se ha multiplicado.