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Extracto:La nueva tendencia entre las tecnológicas de Dublín es instalarse en un espacio de coworking que ofrece, entre otras ventajas, grifos de cerveza y sidra ilimitada.
La nueva tendencia entre las empresas tecnológicas de Dublín es instalarse en un espacio de coworking que ofrece, entre otras ventajas, grifos de cerveza y sidra ilimitada.
Se trata de oficinas comunitarias en las que empresas y profesionales autónomos comparten espacio con el objetivo de conectar entre ellos y generar nuevas oportunidades laborales.
Visitamos una de estas oficinas compartidas para entrevistar a uno de sus trabajadores y comprobar, de primera mano, cómo es el lugar de trabajo soñado por muchos.
En los últimos años y en especial en Dublín, se ha generalizado la fun-loving culture, o cultura de trabajo basada en la integración del ocio en la jornada laboral como estrategia de retención de empleados.
“Me dijeron que escribiera una pequeña descripción sobre mí, y como no se me ocurría nada, escribí «Soy batman». No me imaginaba que habría pantallas de 40 pulgadas repartidas por todo el edificio,en las que aparecenfotografías de los trabajadores de todas las empresa junto a una pequeña descripción de sí mismos. Ahora todo el mundo se dirige a mí como Batman, y ni siquiera les conozco”, comenta Juanjo, divertido. Esta es sólo una de las decenas de estrategias ideadas por el espacio de coworking para favorecer que trabajadores de diferentes empresas interactúen entre ellos.
Nos hemos citado con Juanjo, ingeniero de software en Singlepoint, una de las empresas que tienen su sede en el espacio de coworking WeWork de Dublín. Nos enseña las diferentes plantas del edificio; en todas ellas hay salas privadas que actúan a modo de oficinas para las distintas empresas, y una sala común donde encontramos un calendario con las actividades y eventos programados para la semana.
El ambiente nos recuerda bastante al de un albergue juvenil,eso sí, con tecnología punta y electrodomésticos de primera. En la planta baja, se encuentra la zona comunitaria de entretenimiento, que desde el primer vistazo ya se presenta prometedora, puesto que cuenta con varias cantinas, una mesa de billar, una barra de bar, una zona de exterior y lo que parece una mesa de ping-pong ergonómica.
¿Fomentan los espacios de coworking el trabajo a deshora?
“No creo que este tipo de ambiente te haga trabajar más de por sí, va en función de la empresa” comenta Juanjo.“En Irlanda y sobre todo en empresas pequeñas, se respeta bastante la conciliación laboral. Yo en cuanto cumplo mis objetivos del día, me levanto y me voy”. Eso sí, reconoce que aún cuando da por finalizada la jornada laboral, muchas veces se queda en el edificio y comenta cosas del trabajo con sus compañeros. “A veces nos venimos a tomar una cerveza y hablamos de trabajo, eso es inevitable”,aclara Juanjo.
“Eso sí, desde que nos mudamos a esta oficina, el teambuilding (actividades para mejorar el ambiente laboral) ha mejorado”, prosigue Juanjo. “Mis compañeros y yo pasamos mucho más tiempo juntos. Yo antes trabajaba a 5 minutos de casa y me iba a comer todos los días allí. Ahora, quieras que no, la gente se queda en el edificio”. El ingeniero, único español de toda su empresa,cuenta además que desde que su empresa se trasladó al espacio de coworking, se organizan muchas más salidas, hasta el punto de muchas veces no darse cuenta de que es una actividad pagada por la empresa hasta que intenta pagar la cena y no le dejan.
Cerveza ilimitada y servicio de lavandería cómo método de retención de empleados
Este espacio de trabajo cuenta con 8 grifos de cerveza y sidra de uso ilimitado, que evidentemente guardan cierta relación con el hecho de que sean cerca de las 8 de la tarde de un viernes, y aún hayaentre 20 y 30 personas en las zonas comunitarias, que por otro lado, no aparentan tener mucha prisa.“Los grifos sólo están disponibles de 3 de la tarde a 8 de la tarde, y durante ese tiempo, puedes servirte tantas bebidas como quieras”, comenta Juanjo justo antes de que el último suministro de cerveza se agote. “Nunca he visto a nadie emborracharse. Nos tomamos 4 o 5 pintas para empezar la noche, y de aquí nos vamos al pub que toque”, aclara.
Una de las cosas que más nos llaman la atención además del suministro ilimitado de cerveza son las taquillas para depositar la ropa sucia, y recogerla limpia y planchada al día siguiente en la propia taquilla por unos 4 euros(dependiendo del tipo de planchado, y de la cantidad de ropa). Este tipo de servicios nos recuerda al ya casi olvidado Soylent (del que hemos vuelto a saber recientemente gracias a un artículo de Wired) y a sus detractores, que consideran que este tipo de servicios eximen al trabajador de sus obligaciones más básicas, con tal demaximizar el tiempo diario destinado al trabajo.
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Cuando le preguntamos acerca de esto, Juanjo reconoce que cocina cada vez menos.“Nuestra empresa nos proporciona también facilidades a la hora de pedir comida y que nos la entreguen en la oficina. Nosotros pagamos sólo una parte del envío”. Mientras estamos allí, notamos que hay cierta escasez de papeleras, y quees común dejar los papeles y los vasos usados sobre las mesas, a pesar de haber varios lavavajillas a disposición de todos los empleados. “Yo siempre recojo mi vaso al menos y lo meto en el lavavajillas. Al siguiente día aparece mágicamente en tu balda de la cocina”.
Otra de las ventajas que según Juanjo ofrece este tipo de espacios es la seguridad de que nadie externo puede acceder a las instalaciones. “Hay un parking para bicis y la gente ni las ata”, puntúa el ingeniero español, de 24 años de edad.
¿Es el espacio de coworking la experiencia laboral definitiva?
El ambiente de trabajo que ofrece el espacio de coworking parece decisivo a la hora de captar la atención de nuevos candidatos, o al menos forma parte indispensable de todas las entrevista de trabajo que allí tienen lugar. “Sin duda es un punto a favor, pero no supone una ventaja crucial a la hora de decidir si quedarse o no en la empresa, ya que en el mundo IT es relativamente normal” comenta Juanjo. “Al final, lo que realmente valoras es la posibilidad de teletrabajar y el sueldo.Yo por ejemplo, le sigo dando prioridad a vivir a 5 minutos del trabajo”, concluye Juanjo.
En los últimos años y en especial en Dublín, se ha generalizado la fun-loving culture, o cultura de trabajo basada en la integración del ocio en la jornada laboral como estrategia de retención de empleados. A los futbolines, mesas de ping-pong y cenas pagadas por la empresa, hay que sumarle ahora los espacios de coworking que cubren las necesidades de socialización y networking de los empleados.
Según la página web del espacio de coworking WeWork, el precio de una oficina privada se sitúan en torno a los 700 euros al mes por trabajador. Si eres freelance y simplemente buscas tener acceso a las zonas comunitarias del espacio de coworking para trabajar con tu propio ordenador,el precio oscila entre 390 y 500 euros al mes, dependiendo del grado de privacidad que se busque.
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