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Extracto:Los mercados ya lo dan por descontado, pero también saben que no será un proceso light
Se acerca el fin de la inyección de recursos por parte de los bancos centrales, encabezados por el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
En Europa, Asia y América, los mercados han empezado a digerir el fenómeno, aunque no está claro lo que sucederá en el mundo cuando esto se vuelva una realidad total.
En ese sentido, las minutas de la reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos recientemente conocidas fueron emocionantes.
Los mercados por el momento “pagan por ver”, es decir, saben lo que va a suceder, están conscientes de lo anterior, saben que pueden suceder muchas cosas, pero están a la expectativa.
Así, parece confirmarse la pauta de reducción de las compras de bonos: un marco teórico, una decisión tomada en el cuarto trimestre y una acción que podría suceder en el cuarto trimestre o a principios de 2022.
Este es el marco teórico, es la forma en la que los mercados podrían empezar a reaccionar en los próximos meses, pero no cabe duda de que “algo” podría suceder en el medio financiero.
La Reserva Federal está reduciendo sus compras porque es independiente, y el objetivo de la compra de bonos era suministrar la liquidez necesaria en los mercados y al final en la economía para que la crisis no terminara por llevar al mundo a una segunda versión de La Gran Depresión, que sería peor todavía que la iniciada en el ya lejano año de 1929 y que se extendió gran parte de la década de los años treinta de ese siglo.
Esa liquidez es menos necesaria ahora, por lo que la compra de bonos también lo es. Al menos esas son las señales que mandan desde el poderoso banco central estadounidense. Dicha señal se replica en otras instancias monetarias del planeta, por todo el orbe.
El lenguaje es importante. Es un error interpretar esto como una pérdida de estímulos lo que sucederá, en los hechos los bancos centrales no dejarán de inyectar liquidez al mercado, pero lo harán en menor medida y paulatinamente.
No proporcionar liquidez habría causado una recesión que rivalizaría con los peores excesos del patrón oro; pero la recesión sería lo de menos y ya muy peligrosa, la Depresión económica sería devastadora.
Se trataba justamente y principalmente de una política antidepresiva, de evitar la Gran caída económica.
Si la Fed está equilibrando la oferta y la demanda de liquidez, la reducción de los bonos no debería cambiar las expectativas de crecimiento, no por el momento y por el contrario debería reimpulsar el crecimiento.
Los datos sobre la inflación en el Reino Unido publicado hace unos días tienen un mensaje global: cuando la inflación se basa en un número reducido de movimientos de precios extraños, la inflación puede revertirse rápida e inesperadamente para bien de la economía.
No hubo un debilitamiento general de la inflación en el Reino Unido. En su lugar, se desencadenaron algunas peculiaridades relacionadas con la pandemia.
La cuenta corriente de la zona euro correspondiente a junio está prevista, pero es tan poco interesante que ni siquiera los economistas la prevén.
Las solicitudes iniciales de subsidio de desempleo en Estados Unidos son importantes, ya que el consumidor estadounidense pasa de un consumo temporal financiado por el ahorro, a la estabilidad del consumo financiado por los ingresos.
Existen en resumen algunas señales de que ha pasado lo peor, al menos esas son las señales; sin embargo lo anterior no significa que se terminaron los problemas para el mundo, la serie de minicrisis que se generaron a raíz de la pandemia serán constantes y lo peor es que nadie sabe por cuánto tiempo.
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