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Extracto:El legendario inversor está en una categoría especial, y eso le ha llevado a ser la leyenda que es hoy
A lo largo de la historia la bolsa de valores se compone de una masa de inversores muy distintos, con metas y métodos diferentes.
Es así como existen fondos de pensiones que, por lo general, compran acciones para mantenerlas durante años.
Luego están los llamados “creadores de mercado” a corto plazo, que solo pueden mantener posiciones durante minutos (¡o incluso nanosegundos!)
También, los tipos de inversores individuales varían mucho: desde retirados, que compran y mantienen sus posiciones, pasando por los inversores de mediano plazo, hasta traders agresivos que operan a todas horas (los llamados “day traders”).
De esta manera, con tanta gente comprando y vendiendo acciones, no es de extrañar que las acciones puedan cotizar mucho más alto, o mucho más bajo, en un día determinado.
A medida que estos inversores y traders deciden lo que quieren hacer cada día, sus órdenes de compra y venta pueden hacer que los precios suban y bajen.
Para definir los caminos posibles que puede tomar una acción es útil comprender qué tipos de inversores son los que tienen posiciones.
En Wall Street, a menudo se clasifican a los operadores en dos categorías: “tenedores fuertes” y “tenedores débiles”.
Los tenedores fuertes son inversores que tienen una tremenda convicción con sus posiciones.
Por lo general, estos son los inversores que “compran y mantienen”, que han investigado sobre empresas, se sienten confiados en el negocio subyacente de una acción y quieren mantener acciones durante varios años.
Warren Buffett es un buen ejemplo de esto. Se le conoce por decir que el horizonte temporal favorito para sus inversiones es “¡para siempre!”
Los tenedores débiles son todo lo contrario. Por lo general, estos operadores toman posiciones que les entusiasman y luego se retiran ante la primera señal de problemas.
Es posible comparar estos inversores con los “fanáticos” deportivos que solo aparecen en buenos tiempos. En el mercado de valores, ambos tipos de inversores tienen un papel que desempeñar.
Una de las mejores cosas que puede sucederle a una acción, o al mercado entero en general, es que las acciones pasen de tenedores débiles a cuentas de inversores más comprometidos.
Las empresas están aumentando sus beneficios. Estados Unidos se está abriendo nuevamente tras la pandemia. Y aunque la variante delta del coronavirus es un riesgo que debemos tomar en serio, no es probable que cause cierres generalizados.
Esta es una situación perfecta para que las acciones se transfirieran de tenedores débiles a inversores más fuertes.
Ahora, las personas que poseen acciones son las que se comprometieron a conservar, e incluso a comprar más, durante el retroceso. Mientras tanto, los tenedores débiles ahora están al margen viendo cómo el mercado regresa a nuevos máximos.
A medida que estos tenedores débiles experimenten el temor de perderse estas ganancias (el llamado “FOMO”, “fear of missing out” en inglés), indudablemente volverán a comprar acciones a precios más altos y alimentarán el impulso actual del mercado.
Por supuesto, habrá ocasiones en las que sea necesario desconfiar de los riesgos del mercado. Y definitivamente habrá mercados bajistas en el futuro. Todo es parte del ciclo de la economía, mezclada con la naturaleza humana.
Sin embargo, mientras la economía continúe recuperándose de la crisis del coronavirus y las empresas sigan aumentando sus ingresos y ganancias, es mejor estar del lado de los tenedores fuertes, como Warren Buffett, quien ha recorrido el mismo camino cientos o quizás miles de veces.
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