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Extracto:Muchos son los factores que abonan a su impulso en los últimos meses, así se mantendrá
Los precios de la luz están más caros que nunca, o en niveles muy elevados como no se habían observado en muchos años.
Por ejemplo, en España no se pagaba tanto por la luz desde hacía 20 años. Concretamente, desde el 11 de enero de 2002, cuando pagó algo más de 103 euros por el megavatio/hora en el mercado mayorista.
Esta semana el país ha rozado los 100 euros de media dejando muy atrás los casi 95 que pagó cuando la tormenta Filomena disparó en pleno invierno la demanda de luz.
Cada empresa generadora de electricidad emite dióxido de carbono pero tiene un límite para hacerlo. Cuando se pasan deben aplicarse medidas correctivas o los gobiernos soberanos y los organismos regionales las sancionan, al menos en muchas partes del planeta.
Esto genera especulación, un sobrecosto en la producción de energía que los generadores repercuten en los compradores y estos, a su vez, en los consumidores, el eslabón más débil de la cadena.
Los precios de las emisiones de CO2 han aumentado un 158% desde el 2 de enero hasta la el 20 de julio, de acuerdo con fuentes del mercado.
Así, el precio medio de la luz en los mercados mayoristas de países del entorno de la Unión Europea está sufriendo un proceso de alzas constantes.
Algunos operadores que integran mercados energéticos de países como Austria, Bélgica, Alemania, Francia y Países Bajos, entre otros muchos, refleja la tendencia que ya se observa en esta parte del mundo y en muchas otras.
Así, por ejemplo, Reino Unido pagará 96 libras (aproximadamente poco más de 110 euros) por el megavatio/hora; Francia, 91; Alemania, casi 90; y Bélgica y Países Bajos rondarán los 88 y los 89 euros, por mencionar algunos ejemplos.
Apenas se salvan los países escandinavos, que cuentan con una poderosa red de generación eléctrica a través de centrales hidráulicas que mantienen relativamente bajo el precio: en Suecia y Noruega pagarán, en el peor de los casos, 60 euros por el megavatio/hora.
En países del entorno que tienen acceso a las nucleares francesas, el precio del megavatio es algo más bajo, pero tampoco mucho.
Reino Unido, que está más o menos igual de aislado que España y Portugal, tiene problemas parecidos y el precio es también alto, se trata de un ajuste generalizado.
Y justo en estos momentos cuando más se necesita la electricidad, muchos consumidores se preguntan si no hay otra manera de hacer las cosas, si el precio de la electricidad ha de fijarse necesariamente bajo la lógica de la oferta y la demanda.
Pero la respuesta no es sencilla; se trata de un debate muy interesante que está muy abierto, y hay muchos técnicos proponiendo sistemas alternativos.
Uno de los que más debate está mereciendo es el sistema conocido como pay as bid, que consiste en que cada uno reciba con arreglo a lo que ofrece.
Es así como en principio no se prioriza la energía limpia, aunque todo es verlo y estudiar cómo se puede hacer.
También hay quien propone nacionalizar el sector y fijar siempre precios regulados. Pero el actual sistema es el mejor de cuantos se han probado en la mayoría de los países y por ahora no parece una alternativa viable.
Es así como todo indica que en todo caso, la tendencia al alza de los precios se mantendrá durante un tiempo. Al menos, lo hará en los mercados mayoristas. Por ahora, si los consumidores quieren ver un respiro en su factura de la luz, tendrán que esperar a que el mundo se ordene en muchos sentidos, entre ellos en materia eléctrica.
Para algunos, al menos en Europa una solución posible sería la llegada de un mercado común, un viejo deseo que data al menos de 1996, pero que nunca por diferentes causas ha sido posible concretar.
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