Dos crisis globales en sólo 20 años de este siglo 21, ¿qué le sucede a la economía del planeta?

Han transcurrido solamente 20 años del siglo 21, el siglo de los adelantos científicos y tecnológicos, el año en el que se han sentado las bases para una futura llegada del hombre a Marte y la exploración de otras partes del universo, pero también el siglo en el que se han registrado dos grandes crisis económico-financieras en sólo dos décadas.

Responder a ciencia cierta qué es lo que le sucede a la economía del planeta para registrar dos graves crisis en tan poco tiempo, una de estas crisis es la más grave en casi un siglo, sería muy presuntuoso. Si alguien en el mundo supiera bien a bien qué es lo que le sucede a la economía del planeta, seguramente daría las soluciones necesarias para reimpulsar el crecimiento y con ello sacar a millones de seres humanos de la pobreza.

Sin embargo, existen algunos indicios de lo que sucede con la economía del mundo, y sus posibles soluciones, van nuestras teorías para el análisis.

1) La profundización de la desigualdad: Nunca en la historia de la humanidad había tantos multimillonarios, grandes fortunas. Según cifras de la revista Forbes, al cierre del año pasado había en el mundo un total de 2,604 milmillonarios o multimillonarios (aquellos que tienen una fortuna mayor a 1,000 millones de dólares). Si esos datos son completamente ciertos, eso significa que solamente el 0.003 por ciento de la población del planeta es multimillonaria considerando que al cierre de 2019 existían un total de 7 mil 700 millones de habitantes en el mundo.

En contraste, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), alrededor de 1,300 millones de seres humanos son pobres en todos los sentidos, eso significa el 16.88 por ciento del total de la población en el mundo. Tal desigualdad ha generado vicios en la economía que tarde o temprano llevan a colapsos económicos, es así como este siglo 21 ha llevado al colapso, crisis tras crisis, en una década el planeta ha registrado dos graves crisis (la del sector hipotecario y la reciente generada por la pandemia del Covid-19).

2) Adicción al dinero de los bancos centrales: Desde principios del siglo y cada vez con mayor profundidad, los bancos centrales han debido contener las crisis financieras y económicas con grandes inyecciones de dinero en los circuitos financieros. El objetivo se ha logrado a medias, se han contenido las crisis, se impidió que en este 2020 el mundo entrara en una Gran Depresión, pero una parte importante de la economía del mundo se ha vuelto adicta al dinero de los bancos centrales; por ejemplo, si esos recursos se retiraran en estos momentos, es indudable que el colapso sería inevitable. Con tal adición, las fuerzas económicas no “fluyen”, en realidad no se genera desarrollo sino crecimiento inercial que tarde o temprano pierde fuerza y entra en shock ya sea por causa propia o por un fenómeno externo como fue el caso de la pandemia.

3) El comercio mundial enfrenta grandes desafíos: Nuevas rutas comerciales, nuevos y diferentes consumidores, nuevas formas de vender, nuevas tecnologías. El comercio mundial enfrenta grandes desafíos y debería regirse bajo nuevas reglas. La concentración del consumo es una de las grandes divergencias que no se han logrado corregir, eso influye necesariamente en las fuerzas productivas, en el movimiento de miles de millones de dólares alrededor del planeta, y tarde o temprano influye en las economías, el comercio entre países nunca había llegado a los niveles actuales con la conformación de bloques comerciales, pero tampoco había enfrentado retos como los que hoy enfrenta y que no ha logrado resolver.

4) La irrupción de la tecnología: En realidad, el desarrollo tecnológico del planeta ha sido vertiginoso, tan vertiginoso que una parte de las fuerzas económicas en el mundo no han logrado adaptarse. Hace apenas 20 años no existían muchos de los adelantos tecnológicos de los que hoy dispone la humanidad, o estaban en proceso de inventarse. La irrupción tecnológica en el mundo sacudió al planeta mismo y pocos se dieron cuenta. Con todas las virtudes de la tecnología, el ser humano, los gobiernos y la humanidad en general debió prever los desajustes que esto traería, como el desempleo, es evidente que no ha sido así, lo que tarde o temprano pasa factura a las economías.

5) Los circuitos financieros son débiles: La globalización es una gran herramienta y un gran riesgo. Los mercados financieros por ejemplo están altamente expuestos a colapsos, es en los mercados en donde se pierden o se ganan miles de millones de dólares, nunca se había observado tan movilidad de capitales como en los tiempos actuales, miles de millones de dólares pueden ir y venir de un continente a otro en cuestión de segundos. Son necesarias nuevas reglas para los mercados, eso se hizo evidente desde principios de siglo y cada día hay más pruebas. Se dice que los mercados no pueden controlarse porque son muy poderosos, que no hay nadie más poderoso que ellos, quizás es cierto pero los riesgos se han multiplicado.

Estas son sólo algunas de las tesis que explicarían la recurrencia de crisis en estas dos primeras décadas del siglo 21. Solucionar los problemas no es cosa fácil, pero si no se generan acuerdos tan pronto el mundo salga del problema actual, aumentarán los riesgos de un colapso mayúsculo que ni todo el dinero del mundo podría evitar.

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