简体中文
繁體中文
English
Pусский
日本語
ภาษาไทย
Tiếng Việt
Bahasa Indonesia
Español
हिन्दी
Filippiiniläinen
Français
Deutsch
Português
Türkçe
한국어
العربية
Extracto:La segunda mayor economía del planeta mueve las aguas globales siempre que hace ajustes en su economía
La reciente oleada de regulaciones de China en sus sectores educativos, tecnológico e inmobiliario ha detonado una serie de efectos en cascada en los mercados globales.
Los activos chinos en sectores específicos han experimentado volatilidad desde que el gobierno anunciara nuevas regulaciones. Ahora, políticas regulatorias más restrictivas han colocado al apalancado desarrollador de propiedades chino Evergrande en una contracción de liquidez.
Los temores de contagio se han expandido a los mercados globales. Para muchos inversionistas en el universo de los mercados emergentes, las medidas regulatorias de China han aumentado la preocupación.
Algunos se preguntan ¿Cuál es la jugada de China? ¿Han logrado las cambiantes políticas del gobierno alejar a China de las inversiones?
Posiblemente no, para entender las políticas de China, hay que observar el panorama general. En su nivel más alto, el gobierno chino desea alinear al sector privado con las metas políticas, sociales y económicas del Partido Comunista, lo cual se cree es crucial para apoyar al crecimiento de China durante la próxima década. Al parecer las recientes acciones regulatorias del gobierno son consistentes con tres factores generales que impulsan las políticas chinas:
1) La agenda populista del Presidente Xi Jinping
2) La competencia entre Estados Unidos y China
3) Los esfuerzos para re balancear el crecimiento a largo plazo
¿Por Qué Beijing actúa tan agresivamente ahora?
Primero, está la intención de Xi de enterrar sus credenciales socialistas antes del Congreso Nacional del Partido Comunista en 2022. China retiró el límite constitucional de dos términos en la presidencia en 2018, preparando la ruta para el gobierno de Xi después del 2023. El presidente está tratando de impulsar su causa para extender su mandato con una agenda populista de “prosperidad colectiva” dirigida a reducir la desigualdad y la pobreza.
El segundo factor es la continua rivalidad entre Estados Unidos y China. A medida que las tensiones entre los dos países se intensifican, Beijing cree que está asumiendo un nuevo paradigma de creciente incertidumbre global y un entorno externo cada vez más hostil.
Las recientes acciones de política parecen estar alineadas con la Estrategia de Circulación Doble de China (DCS), que apunta a acelerar la demanda económica doméstica y reducir la vulnerabilidad a choques externos en áreas como alimentos, tecnología y energía.
Al final, el juego de China es lograr una economía autosuficiente con una posición global igual a la de Estados Unidos.
Por último, está la intención de China de desapalancarse después del reciente crecimiento sólido. La transformación económica de China requiere una gran reforma estructural y mitigación del riesgo financiero.
La visión del gobierno tomó medidas para desapalancarse en años recientes, pero suspendió dichos planes cuando la guerra comercial con Estados Unidos comenzó. Luego llegó la pandemia de COVID-19. Después de lograr un fuerte crecimiento en el segundo semestre de 2020, Beijing ha reanudado su campaña de desapalancamiento.
¿Es una restricción al sector privado?
Posiblemente no, el plan más reciente de China a Cinco Años, aprobado en marzo de 2021, incluyó una amplia gama de programas que se alinean con el objetivo de China a largo plazo hacia una reforma más orientada al mercado mientras mantiene la estabilidad económica, social y del mercado. La dirección de la política parce seguir el mismo curso. Lo que ha cambiado es el ritmo de la política, a la vez que China avanza en términos regulatorios.
Recordemos que China no es el único país que usa las políticas como herramienta para sus metas sociales. En Estados Unidos la Reserva Federal se ha vuelto más enfocada en el crecimiento incluyente del empleo, mientras que los lideres estadounidenses han alentado la inversión que incorpora criterios ambientales y sociales.
A pesar de las noticias y la incertidumbre, es posible que las nuevas regulaciones chinas pueden conducir a una economía más balanceada.
Las recientes regulaciones antimonopolio podrían alentar un desempeño más competitivo, fortaleciendo a los lideres de la industria y a la innovación. Reducir la desigualdad social podría fomentar el consumo privado e incrementar la movilidad social. El desapalancamiento del sector inmobiliario podría ayudar a reducir el riesgo sistémico de China y reducir la dependencia del gobierno en la financiación de la tierra.
Es posible que haya más esfuerzos en política ante del congreso del Partido Comunista en el 2022, pero esto no significa que los inversionistas deben distanciarse de China. Para aquellos que se basan en la investigación con una compresión del escenario político, parece que la volatilidad podría generar oportunidades potenciales.
Descargo de responsabilidad:
Las opiniones de este artículo solo representan las opiniones personales del autor y no constituyen un consejo de inversión para esta plataforma. Esta plataforma no garantiza la precisión, integridad y actualidad de la información del artículo, ni es responsable de ninguna pérdida causada por el uso o la confianza en la información del artículo.