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Extracto:Esta es una época maravillosa para cometer errores y tener fracasos. No hay coach, CEO o autor de libros de emprendimiento que no otorgue valor a los errores como oportunidades para aprender y mejorar.
Esta es una época maravillosa para cometer errores y tener fracasos. No hay coach, CEO o autor de libros de emprendimiento que no otorgue valor a los errores como oportunidades para aprender y mejorar. Es una forma de hacer de la necesidad virtud. Pero hay errores que se pueden pagar muy caros. Así que hay una forma de sacar provecho de los errores mucho más segura: aprender de los fracasos ajenos. Por eso tiene sentido hablar de las lecciones para invertir que podemos aprender del pasado.
No estamos solos en el mundo, hay mucho pasado ajeno del que aprender sin tener que sufrir las consecuencias de malas decisiones. Y no todo son errores. También puedes aprender de los que han tenido una carrera exitosa como inversores. No se trata sólo de lo que debes evitar, sino de seguir el ejemplo de los grandes inversores, de quienes han demostrado que pueden formar un patrimonio de manera consistente a lo largo de su vida o incluso han batido al mercado a lo largo de los años y han sabido construir un verdadero emporio. He aquí 5 lecciones para invertir:
La primera lección es que el momento más adecuado para empezar a invertir es hoy. No tienes por qué esperar. Además, no es necesario comenzar con una gran cantidad, hay fondos de inversión que permiten hacer aportaciones muy pequeñas, con el dinero que puedas tener en el bolsillo.
Lo de comenzar pronto es muy importante. En primer lugar, porque tienes que ver la carrera de inversor como algo que te acompañará toda tu vida, como tu carrera profesional. Es un aspecto de tu vida económica en el que irás aprendiendo, y la mejor forma de hacerlo es… haciéndolo. Parte de tu interés estará donde pongas tu dinero y si lo sacas de tu cuenta para empezar a invertirlo, empezarás a informarte, a aprender. Por ejemplo, entenderás qué objetivos puedes marcarte dentro de tus posibilidades y cómo puedes acercarte a ellos.
Pero hay otro motivo muy poderoso. Tan poderoso como el interés compuesto. Quizás el elemento más importante en tu faceta de inversor sea el tiempo; él es tu principal aliado. Es con el tiempo que tu inversión genera interés. Y si reinviertes lo que vayas ganando, tu inversión crecerá de forma acelerada.
Hablamos de que la inversión es un comportamiento a largo plazo. Y esto nos lleva a lo segundo que tenemos que tener en cuenta: necesitas una estrategia. No se puede improvisar, ni comenzar por el tejado. Lo primero que debemos tener en cuenta son nuestros objetivos. Puede ser crear un patrimonio para nuestra jubilación o incluso ser más ambiciosos: crear una fuente de ingresos independiente del trabajo que nos acompañe durante la segunda mitad de nuestra vida laboral. Ten en cuenta el importe que necesitarás, el plazo para conseguirlo y, a partir de ahí, puedes empezar a pensar en el mejor vehículo para lograrlo. Pueden ser acciones, fondos de inversión o un plan de pensiones. Tienes que ver cuál se adapta mejor a tu objetivo y, después, estudiar las comisiones y la fiscalidad.
Una tercera lección es que la carrera como inversor exige una formación práctica, pero en cierto modo también intelectual. Los inversores leen los periódicos y también libros. Están al tanto de lo que ocurre en el mundo gracias a los medios de comunicación, pero también se han formado gracias al saber encerrado en los libros.
Tú también puedes hacerlo. Puedes empezar por la psicología de los ricos con Padre rico, padre pobre o Los secretos de la mente millonaria. Si quieres avanzar un poco más, podrías seguir por los Principios de Ray Dalio, porque es el más general. No habla sólo de inversión, sino de cómo afrontar las grandes decisiones de la vida. A partir de ahí, desde El inversor inteligente de Benjamin Graham a El pequeño libro para invertir con sentido común de John Bogle, pasando por Los ensayos de Warren Buffet o Un paso por delante de Wall Street, escrito por el inversor Peter Lynch, son buenas opciones para empezar.
Tienes que conocer el terreno que pisas y esta es la cuarta lección. Ya lo adelantábamos en la lección 2: Del mercado inmobiliario a la Bolsa, de un seguro a un fondo, del mercado monetario al de renta fija, son muchas las posibilidades que tienes para hacer crecer tus ahorros. En particular, hay muchos tipos de fondos de inversión.
Y la lección fundamental: no lo apuestes todo, y menos a una carta. No comprometas un dinero que puedas necesitar con urgencia. Una cosa es renunciar a comprar algo que te gusta pero no necesitas, o a hacer un viaje, y otra cosa es tener que hacer un pago necesario y ver que sólo puedes sacar tus ahorros con una gran pérdida. Y diversifica, porque la rentabilidad es importante, pero el riesgo también.
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