Biden vs Putin, ¿el regreso de la guerra fría?

Hace unos días el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, señaló en una entrevista que el presidente de Rusia, Vladimir Putin es un “asesino” y lo amenazó al advertirle que pagará las consecuencias. Lo anterior, en alusión a la supuesta injerencia de su contraparte ruso en las elecciones de noviembre pasado, cuando de acuerdo con informes de inteligencia, trató de modificar los resultados que a la postre llevaron al demócrata a la Casa Blanca.

En Rusia las palabras generaron polémica y malestar, aunque el aludido, Vladimir Putin, sólo se concretó a desear “buena salud” al mandatario estadounidense, lo que tratándose de Putin fue interpretado de mil maneras en el mundo entero, desde sarcasmo e indiferencia hasta una amenaza velada para Biden.

Los mercados del mundo, ocupados como están en lidiar con el desastre económico que ha dejado a su paso la pandemia del Covid-19, acusaron de recibo este “intercambio” entre dos de los principales líderes mundiales en este momento, pero no manifestaron por el momento alguna reacción, aunque sabemos que no pasó desapercibido por tratarse de Biden y de Putin.

¿Estamos frente a un riesgo de que podamos ver una nueva edición de la guerra fría, o quizás incluso de algo más grave？ ¿Qué sucedió y porqué Biden acusó de algo tan serio a Putin？ Esta y otras preguntas intentaremos responder enseguida.

1) Biden quiere una nueva era en todo, y todo es todo. El encono político en Estados Unidos al parecer no ha terminado, Joe Biden quiere minar poco a poco a lo largo de estos próximos 4 años a su antecesor Donald Trump, sabe que es ahora o nunca, como presidente no puede perder una oportunidad única.

2) En realidad, la rivalidad entre Rusia y Estados Unidos nunca se ha terminado, se vive otra etapa muy diferente a la de aquellos años de la guerra fría, pero los resabios del “oso soviético” contra el Tío Sam se mantienen. Siempre se dijo que algo sabía el presidente Putin de Donald Trump, de modo que este último cuando fue presidente no se atrevió a molestar a su homólogo ruso ni con el pétalo de una declaración o un ataque, como lo hizo con múltiples líderes mundiales.

3) Sin embargo, no se ve factible que el mundo pueda entrar en una escalada bélica o de amenazas en ese sentido como sucedió en los años de la guerra fría. Los mecanismos políticos de hoy son diferentes y también los intereses nacionales. En esos años, los de la guerra fría, se trataba claramente de un enfrentamiento de dos bloques, de dos hegemonías que buscaban perdurar una sobre la otra. Hoy, pese al liderazgo económico de Estados Unidos, es evidente que ya no se trata de imponer una hegemonía ni un pensamiento económico.

4) Biden seguramente tiene información de inteligencia en el sentido de posibles intromisiones rusas en el proceso electoral de su país. No sería la primera vez que sucediera, ni tampoco el primer país en donde se registraran dichas acciones, sabemos y conocemos el activismo de Vladimir Putin quién con su férreo control dentro de su país, no duda en extender sus acciones a otras naciones, aunque Estados Unidos podría ser acusado de lo mismo.

5) Aunque graves, las palabras de Biden contra el presidente ruso no dejan de ser sólo eso, palabras. Putin sabe que su homólogo estadounidense es un hombre poderoso y posiblemente al que no le sepa nada con lo que pueda medianamente manipularlo o chantajearlo, como siempre se especuló que hizo con Trump. Por su parte Biden sabe que no podría llevar a un juicio a Putin por las acusaciones que le hace, entonces de lo que se trata es de no rebasar las líneas que ambos mandatarios saben que marcan el punto de no retorno.

6) Biden no puede probar que Putin sea un asesino, y Putin sabe que sería muy difícil hacerle daño a Biden en caso de que quisiera; estamos frente a un escenario de medición de fuerzas entre dos titanes y por el momento ambos se nulifican.

7) Más que una guerra fría, estamos frente a una nueva era en la relación entre dos enemigos históricos; un momento de la historia en el que se dicen muchas cosas, igual que en el resto del mundo, pero los equilibrios se mantienen.

Todo lo anterior explica porqué los mercados no entraron en pánico por el escarceo Biden-Putin, lo registraron pero se mantuvieron inmunes al menos por el momento, confiemos en q ue así siga esta historia.