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Extracto:Cuando la mayoría de las economías del mundo han entrado en la llamada “nueva realidad” tras el confinamiento al que fueron sometidas especialmente en el segundo trimestre del año, aumentan las expectativas sobre la forma en que estas mismas economías se recuperaran, sobre todo las de las naciones altamente industrializadas, que determinan en gran medida el trayecto global. Desafortunadamente no hay buenas noticias al respecto, la economía mundial podría no recuperarse con la rapidez necesaria.
Evidencias del FMI
La primera evidencia sobre cómo será la recuperación económica en el mundo se puede observar en las cifras que aporta el Fondo Monetario Internacional (FMI), que en sus más recientes perspectivas apunta a que la economía mundial caerá este año un promedio de 4.9 por ciento, pero crecerá en 2021 a una tasa de 5.4 por ciento.
Con ese dato cualquiera pensaría que habría una pronta recuperación económica, una recuperación en forma de V, como dicen los especialistas, es decir una fuerte contracción (la de este año), seguida de un incremento similar o incluso superior en el PIB.
Pero al revisar las expectativas por zona y país observamos que esta recuperación no será homogénea, es decir, habrá zonas que crezcan de manera importante y otras que tarden mucho más en hacerlo.
Así, por ejemplo, mientras que en China este año se reportará un avance de apenas 1.0 por ciento del PIB (lo que ya es de entrada una gran noticia considerando lo que pasa en otras partes del mundo), para el año siguiente su PIB se estima en 8 por ciento. Para el caso de la India este 2020 caerá 4.5 por ciento, pero el año siguiente podría crecer 6 por ciento.
Las cinco economías más importantes de Asia tendrían un ajuste negativo de 2.0 por ciento para todo este año, pero un repunte de 6.2 por ciento en 2021.
Sin embargo, las cosas no serían igual en Estados Unidos y en Europa, muestra de la recuperación desigual en el planeta.
Por ejemplo, en Estados Unidos se espera para este año una caída de 8 por ciento en su PIB, mientras que para 2021 tendría una recuperación de 4.5 por ciento; es decir, la economía más fuerte del mundo recuperaría el año siguiente apenas la mitad de lo que caerá este 2020, dejando para 2022 una recuperación plena, es decir regresar a los niveles pre-Covid de 2019.
Europa no estará mucho mejor. La zona del euro caerá este año 10.2 por ciento, y se espera que el año siguiente registre un aumento de 6 por ciento en su PIB. El motor de la eurozona, Alemania, tendría un decrecimiento de 7.8 por ciento este 2020 y un aumento de 5.4 por ciento el año siguiente.
Latinoamérica estará peor; para 2020 el PIB de la región se estima que podría caer hasta 9.4 por ciento en promedio, para experimentar un incremento de apenas 3.7 por ciento para el año inmediato. Si en otras partes del mundo se espera que para 2022 la recuperación plena sea una realidad, es probable que en Latinoamérica tarde más.
Las expectativas del FMI sobre las dos grandes economías de la región así lo demuestran; en el caso de Brasil se espera que en este año el PIB registre una caída de 9.1 por ciento y para 2021 la recuperación sea de apenas 3.6 por ciento, mientras que para México el descenso del PIB en 2020 sería de hasta 10.5 por ciento y el año siguiente tendría un crecimiento de sólo 3.3 por ciento.
La vacuna contra la pandemia, y contra la recesión
Otro factor importante para determinar qué tan rápido se recuperarán las economías sería el tiempo en el que se obtendría una vacuna eficaz contra la pandemia, la que de manera automática actuaría en forma de “inoculación económica” contra la recesión.
Hasta ahora hay cierto optimismo alentado por acciones como la de Rusia, que la semana pasada anunció que obtuvo su propia vacuna contra la enfermedad, algo que en la mayor parte del mundo se tomó con incredulidad.
Otros esfuerzos como el de la Universidad de Oxford, en Estados Unidos, parecen más serios; algunas expectativas apuntan a que habría vacuna definitiva para noviembre de este mismo año.
Pero no hay nada definitivo; además, es muy importante diferenciar entre tener la vacuna y aplicarla en forma universal, es decir, a toda o casi toda la población del planeta, de modo que el Covid-19 dejara de ser una amenaza latente en las sociedades y en las economías.
Para ello, se requerirán miles de millones de dólares que quizás muchas naciones no estarían en condiciones de desembolsar de inmediato.
Mientras no haya una vacuna eficaz contra el Covid-19 y esta se pueda aplicar masivamente al menor costo posible, los riesgos de rebrotes y contagios serán severos.
En este sentido, un segundo confinamiento no lo soportaría la economía mundial, y prácticamente ninguna nación del planeta.
La historia dice que en la crisis de 2008 desatada por el sector hipotecario estadounidense, el año siguiente, 2009 fue de plena crisis (debemos recordar que esta crisis estalló prácticamente a finales de 2008), pero un año después, es decir en 2010, la recuperación era una realidad.
Hoy los análisis más optimistas señalan que será hasta finales de 2021 cuando se empiecen a ver los primeros indicios de recuperación y que será hasta 2023 cuando podamos hablar de un mundo muy parecido al que teníamos previo al Covid-19, el virus que ya marcó a la humanidad.
PIB para 2020 y 2021 (% anual) País20202021 China 1.0 8.2 India -4.5 6.0 Estados Unidos -8.0 4.5 Zona Euro -10.2 6.0 Alemania -7.8 5.4 Brasil -9.1 3.6 México -10.5 3.3Fuente: Fondo Monetario Internacional (FMI)
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