EUR/USD sucumbe a la presión bajista y cae por segunda sesión consecutiva. ¿Qué traerá agosto?

El EUR/USD (euro – dólar estadounidense) arranca agosto con un signo negativo y cae 0.4% hasta los 1.1739, ampliando los retrocesos registrados el viernes pasado. Las pérdidas de las últimas dos sesiones parecen ser parte de una corrección pasajera después de que el par más negociado del mundo avanzara más de 500 pips desde principios de julio y llegara a niveles extremos de sobrecompra como lo muestra el indicador RSI.

En muchas ocasiones, cuando un activo sube rápida y agresivamente, los especuladores empiezan a liquidar sus apuestas de compra para embolsar ganancias. Esto naturalmente puede dar paso a un movimiento técnico correctivo transitorio, sin impactar la tendencia de fondo.

Como llevamos mencionando, el sesgo fundamental del euro se ha vuelto más positivo a medio plazo tras la aprobación de un fondo de recuperación de 750 mil millones de euros por parte de la Comisión Europea. El acuerdo que contempla la emisión de deuda conjunta puede ser visto como un paso en la dirección correcta para una mayor unión fiscal.

Otro elemento alcista para la moneda común es la mejor gestión de la crisis sanitaria en el viejo continente. Aunque ha habido rebrotes del COVID-19 en algunos países como España y Alemania, los nuevos focos de contagios no se comparan con el estado de descontrol en EE. UU., donde la propagación del COVID-19 sigue creciendo de forma exponencial.

Los factores mencionados anteriormente sugieren que la Unión Europea podría estar mejor posicionada para una reactivación más dinámica en los próximos meses, lo que, en teoría, beneficiaría al euro, en un contexto en el que el sentimiento inversor hacia el dólar estadounidense se ha tornado más cauto.

Si bien el sesgo a medio plazo del EUR/USD es alcista, el proceso correctivo podría continuar de manera transitoria por la toma de beneficios. De seguir cayendo, el primer soporte de interés se ubica en la zona de los 1.1600-1.1592, región donde el retroceso de Fibonacci de 50% del descenso de febrero de 2018 a marzo de 2020 converge con el límite inferior de un canal ascendente dibujado desde mediados de mayo. Esta área parece ser una buena región donde colocar operaciones de compra en previsión de un rebote, con un posible objetivo en la resistencia formada por los máximos de 2020 en 1.1900/1.1910.